Descripción:
Estas plantas poseen un tronco grueso, generalmente único, con hojas suculentas y muy velludas que se disponen en una apretada espiral formando una roseta en la parte superior del tallo. Las hojas muertas a lo largo de éste, en lugar de caer, permanecen protegiéndolo. Esta serie de adaptaciones fisiológicas se deben a las drásticas condiciones climáticas de las alturas andinas (frío, alta irradiación UV, estacionalidad diaria y escasez fisiológica de agua). Cumplen una gran función en los páramos de absorber el agua de las neblinas y conservarla. Los frailejones tienen una característica básica como crecer un centímetro cada año.
Composición:
Ácido kaurénico.
Uso:
Uso tradicional: Antiinflamatorio, respiratorio, nefrotónico.
Formas galénicas/posología:
Para calmar la tos se hierve durante 10 minutos, 2 tazas de agua con dos hojas grandes de Frailejón, tres clavitos de especie y una astilla de canela; se deja reposar, se cuela en tela o lienzo y se endulza con miel de abeja; luego se toma esta infusión hasta que desaparezca la tos.
También para la tos se usa la tintura de Frailejón; se llena un frasco de boca ancha con hojas de Frailejón bien lavadas, se cubren con aguardiente de caña, se tapa bien y se deja macerar al sol y al sereno por 15 días, se filtra con una gasa y se envasa en un recipiente de vidrio. Se toma esta preparación en la proporción de una cucharadita en media taza de agua 3 veces al día.